Las personas mayores en el trascurso de su vida han acumulado muchas tensiones (estrés, emociones fuertes, choques o golpes, fracturas o cicatrices). Con cada uno de estos acontecimientos, su cuerpo se ha ido adaptando para poder seguir funcionando, pero a su vez ha ido almacenando tensiones en sus tejidos o sistema nervioso alterando su bienestar.
Por ejemplo cuando tratamos a una persona mayor que ha almacenado mucho estrés a lo largo de su vida, será normal encontrar su sistema nervioso todavía con tensión. En algunos casos, la postura puede reflejar un estado anímico alterado, al igual que cuando una persona recibió un choque emocional fuerte que no haya sido liberado. El Osteópata enfocará su tratamiento en liberar las tensiones almacenadas a nivel del sistema nervioso y físico.
Otro ejemplo, cuando una persona ha sufrido una rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla o una fractura del pie, forzará más el uso de su otra pierna.
La parte del cuerpo que recibió el trauma, al haber sufrido una desorganización tisular o al dejar de ser utilizada correctamente, provocará una zona de movilidad reducida, que se llama zona de tensión «primaria».
Esta tensión «primaria» producirá un efecto dominó sobre otras partes del cuerpo no afectadas, pudiendo alterar su funcionalidad con la aparición de dolor o inflamación con el tiempo. ¡Así una persona con un problema en la rodilla, perturbará el equilibrio derecho/ izquierda de su cuerpo y hará inconscientemente trabajar su espalda de modo desequilibrado, pudiendo engendrar dolores hasta el nivel del cuello!
En el momento de cualquier traumatismo (golpes, accidente de coche, caídas, cirugías, fracturas), el sistema nervioso recibe la información de que se ha producido un daño en sus tejidos y empieza a protegerlos.
Hasta que no se libere esta información almacenada en el sistema nervioso por un terapeuta, aunque el dolor inicial haya desaparecido, el paciente seguirá protegiendo esta zona de manera inconsciente, alterando su postura e impidiendo un restablecimiento completo.
Como vemos, para compensar sus dolores y seguir adelante con su vida, una persona se adapta constantemente, cambiando su postura y creando así grandes desequilibrios al nivel de la columna vertebral que a menudo se traduce por artrosis cuando llega una edad avanzada. Esta deformación limita los movimientos de las articulaciones y genera inflamación local y dolores.
El Osteópata localizará las zonas de tensión «primaria» en el paciente, las cuales causaron desorganización tisular y nerviosas. Él relajará estas zonas, restableciendo el equilibrio tisular y nervioso, permitiendo a las compensaciones en ambos sistemas deshacerse.
Por ello, en el momento de un traumatismo se recomienda una visita al Osteópata, para evitar la creación de compensaciones tisulares o nerviosas (las fracturas tendrán que ser vistas después de 60 días o cuando se quita la escayola).